Se realizan de manera repetida a lo largo del año escolar, o bien, durante periodos más o menos prolongados.
Sirven para abordar prácticas sociales del lenguaje o actividades que requieren trabajo sistemático, como la exploración de los textos de la biblioteca y de los periódicos, la lectura de textos literarios o la solicitud de libros en la biblioteca para leer en casa.
Favorecen la lectura de textos largos, como las novelas.
Ofrecen la oportunidad para seguir textos de géneros específicos.
Es recomendable que se realicen una vez por semana, cada dos semanas o una vez al mes. La frecuencia dependerá́ de lo que se decida en las escuelas, y el tiempo destinado en cada ocasión radicará en la complejidad de las actividades que se propongan.